De manera sorpresiva y sin ninguna explicación, Cencosud se bajó de la disputa por la compra de los activos locales de Carrefour en Argentina.
El grupo chileno, envió una corta misiva a la prensa en la cual informa que, si bien fue invitada a participar por Deutsche Bank, ha decidido no continuar en el proceso actualmente en curso.
"Llevamos más de 40 años en Argentina, con un negocio sólido y una posición de liderazgo en centros comerciales, supermercados, tiendas de mejoramiento del hogar y servicios financieros. Además, contamos con terrenos en ubicaciones estratégicas que respaldan nuestro crecimiento en el país", destaca el documento.
También asegura tener "plena confianza en Argentina y un potencial de inversiones muy atractivo que privilegiaremos frente a esta oportunidad" y señala que "como empresa, Cencosud se mantiene siempre atenta a los movimientos del mercado y a evaluar oportunidades de crecimiento".
Sin embargo, sus ejecutivos advierten que dicha estrategia la llevan adelante con disciplina en la asignación de capital y considerando también las alternativas que existen en todos los mercados donde opera.
La nota recuerda el peso de Cencosud en Argentina, donde opera a nivel nacional, con ventas de u$s3.400 millones en los últimos 12 meses y con 279 supermercados; 28 locales mayoristas (superficie de ventas 567.798 m2); 60 tiendas de mejoramiento del hogar (superficie de ventas 385.455 m2) y 22 centros comerciales.
De esta manera, el conglomerado fundado por el ya fallecido empresario Horst Paulmann desiste de competir con Changomás; Coto y el fondo norteamericano Klaff Realty para adquirir las 700 sucursales de varios formatos de Carrefour Argentina, como los 80 híper; 80 market; 35 mayoristas y 450 del modelo Express.
A esto le sumaría una entidad financiera propia como es el Banco de Servicios Financieros, una red de personal de 17.000 empleados, operaciones en 110 municipios y una posición de mercado del 21,1%.
La decisión se conoce a casi una semana de haber presentado ante el board del grupo francés una propuesta por fuera de las negociaciones que las máximas autoridades de Carrefour Francia vienen manteniendo con los interesados en quedarse con su operación local.
Se trató de una oferta que finalmente fue rechazada por la casa matriz del conglomerado europeo pero que, en un principio, proponía un pago cercano a los u$s900 millones, sin la necesidad de encarar un proceso de due diligence habitual para estas transacciones, y sería "a libro cerrado", como forma de asegurarse la compra, aunque con el costo de asumir posibles pasivos ocultos.
Es decir, antes de que el proceso normal de negociación para la venta de una empresa haya comenzado oficialmente, buscando asegurar una ventaja.
Un caso reciente en el mercado argentino es la compra de Movistar por parte de Telecom, que se decidió mediante el pago de algo más de u$s1.200 millones y sin la necesidad de encarar un due diligence.
Sin embargo y luego de los cuestionamientos recibidos de parte del resto de los competidores, la iniciativa quedó en la nada, lo que habría terminado de decidir a los ejecutivos de Cencosud a abandonar la competencia, quizá sabiendo que el ganador será otro de los grupos que todavía siguen en carrera.
Es la segunda derrota que sufre el grupo chileno en menos de dos meses en el mercado argentino, donde en septiembre pasado debió soportar la venta del predio donde funciona uno de sus principales complejos.
Es decir, del llamado Portal Palermo, terreno ubicado en el barrio del mismo nombre, y en donde opera un supermercado Jumbo y una tienda departamental Easy, que fue puesto en subasta por el gobierno nacional y comprado por Eduardo Costantini.
Con el abandono de Cencosud, la carrera por quedarse con Carrefour Argentina se limita ahora a tres interesados: Francisco De Narváez, con su grupo GDN y dueño de la cadena Changomas; Alfredo Coto y el fondo Klaff Realty, que no tiene operaciones en la Argentina pero que maneja una cadena de supermercados en Uruguay bajo la marca Tienda Inglesa.
En los últimos días, la operación se fue complejizando al punto que el final es casi incierto, así como los plazos para que el grupo francés se vaya de la Argentina para enfocarse en mercados considerados más estratégicos como Francia, España y Brasil.
De hecho, en la Avenida de París 93 del barrio parisino de Massy, sede del Grupo Carrefour, comenzaron a "barajar y dar de nuevo", al punto de considerar reabrir la lista de candidatos para sumar otros interesados que han comenzado a surgir durante los últimos días, como los casos de una empresa peruana y de un importante hombre de negocios argentino en sociedad con un fondo inversor extranjero.
Si esto ocurre, está más que claro que la venta no se definiría en los tiempos establecidos por el board francés y hasta podrían estirarse para los primeros meses del 2026.
Hasta ahora, el filtro del Deutsche Bank, que fue elegido por el holding francés para buscar interesados en sus activos argentinos, lo pasaron solamente tres interesados.
Es más, durante todo este mes de octubre, ejecutivos de Coto; Changomás; Cencosud y el fondo norteamericano Klaff Realty mantuvieron encuentros con ejecutivos de Carrefour Francia para profundizar sobre algunos aspectos del deal y conocer detalles sobre la realidad de la filial argentina vinculados a cantidad de empleados y sucursales; monto de facturación anual; posición de mercado; situación financiera y otros aspectos similares que se engloban en lo que se conoce como un proceso de due diligence.
Se entiende que, en el caso de Cencosud, su decisión de salir del deal también puede estar referida a la necesidad de invertir mucho dinero en recuperar la posición de Carrefour en el mercado local y sus finanzas que en los últimos años fueron decayendo.
Durante estas reuniones los enviados del grupo francés recogieron información sobre las propuestas de compra y el plan de transición para entregar la filial mediante un proceso de cambio de dueño y de marca que buscan sea ordenado y transparente, casi al estilo de lo que llevó a cabo Francisco De Narváez cuando, en el 2020, compró Walmart Argentina y en dos años migró toda la infraestructura al actual Changomás.
Ahora, se tomarán las próximas semanas para estudiar las propuestas en profundidad, siguiendo una serie de exigencias impuestas que no solamente se vinculan con el precio propuesto por cada grupo interesado, sino que además contempla una serie de factores vinculados a concretar una operación que no deje grietas legales.
El directorio del grupo francés busca que su salida del mercado argentino no genere un conflicto con el gobierno nacional; que se pueda concretar de manera ágil y con la rapidez suficiente como para dejar el país a principios del 2026.
En el medio, se llevarán a cabo las elecciones del 26 de octubre que generarán una especie de impasse en la operación, pero cuyos resultados no modificarán la decisión de Carrefour de irse de la Argentina.
El monto en el que rondaría las ofertas de los tres grupos en carrera oscilaría en un rango que va de los u$s500 millones a los u$s900 millones, evidenciando una importante diferencia de cotización que se fundamenta en la situación actual de la filial argentina de Carrefour y su supuesta pérdida de market share durante los últimos cinco años.
Los datos actuales muestran que el líder es Coto con un 22,3% de share, seguido por Carrefour Argentina, con el 21% mientras que en el tercer lugar aparece Cencosud con un 17%; La Anónima, con un 12,5%; Día con un 9% y Changomás, con un 8,7%.
Sigue quedando claro que si Coto o Changomás terminan comprando Carrefour Argentina, habrá una etapa de estudio de la operación por parte del Gobierno argentino a través de la Secretaría de Industria y Comercio y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
Ambos organismos serán los encargados de analizar la composición del nuevo grupo supermercadista local, en cuanto a posición de mercado, monopolio o posición dominante, disparando un análisis profundo de la Ley de Defensa de la Competencia.
Entre otras cosas, la norma prohíbe prácticas que puedan restringir la competencia o el acceso al mercado, lo que significa que la CNDC debe aprobar la operación y podría imponer condiciones, como la venta de activos, si se demuestra que perjudica el interés económico general.
En el caso de Coto, la investigación también sería profunda ya que pasaría a controlar algo más del 42% de mercado; más de 800 sucursales, y 40.000 empleados, aunque la mayor parte de las operaciones de esta cadena se apuntalan más que nada en el interior del país.
De ser Changomás, la fusión con Carrefour ocuparía alrededor del 29% del mercado; daría trabajo a 39.000 personas y controlaría cerca de 800 sucursales.
En el caso del fondo Klaff Realty no habría necesidad investigar los alcances de la operación, teniendo en cuenta que no tiene presencia en la Argentina, ya que hasta ahora controla la cadena Tienda Inglesa en Uruguay, lo que le brinda experiencia en el sector, además de contar con fondos para hacer frente a las pretensiones económicas del grupo francés cercanas a los u$s2.000 millones para vender su operación argentina.
La compra en el país vecino fue cerrada en u$S120 millones y, casi de manera inmediata, el fondo lanzó un plan de expansión que la llevó a que hoy opere alrededor de 100 sucursales, tenga más de 4.000 personas y facturar aproximadamente u$s750 millones al año.
Además, la marca Tienda Inglesa goza de alta visibilidad entre los argentinos que vacacionan en Uruguay, al punto que, de ser elegidos para quedarse con Carrefour Argentina, llevarían a cabo un plan de transición de alrededor de un año para instalar esta marca en reemplazo de la cadena francesa.
Hasta ahora, los competidores que quedan vienen cumpliendo "by de book" con las negociaciones y, salvo el caso de Cencosud, ninguno tendría intenciones de realizar una oferta a libro cerrado, sin pasar por un análisis profundo de la situación de Carrefour Argentina.
Changomás, la cadena de De Narváez, posee 92 tiendas de sus diferentes formatos; emplea a 9.400 personas; tiene presencia en 21 provincias y en la Capital Federal y, tras la compra de Walmart, llevó a cabo un proceso de reconversión de su operación que finalizó en el 2022, con una inversión de más de u$s120 millones.
Su presencia más importante está en la provincia de Buenos Aires, donde se encuentra la mayor cantidad de locales con 31 tiendas, incluyendo formatos hiper y super, pero también cuenta con un mercado considerable en otras provincias como Mendoza (5 locales), Tucumán (5), Córdoba (6), Río Negro (4) y Salta (4).
Para apuntalar la compra de Carrefour, De Narváez sumó al grupo francés Catterton y ya habría cerrado varias líneas de financiamiento con una serie de importantes bancos internacionales que le aseguran el respaldo necesario para ofertar entre u$s1.000 millones y u$s800 millones.
Por su parte Coto cuenta con más de 120 sucursales y 36 hipermercados en el país, 81 supermercados y ocho minimercados, siendo la mayoría de estas tiendas en el Gran Buenos Aires. alcanza a 36 hipermercados; 81 supermercados y 8 minimercados. Opera, además, tres frigoríficos y una planta avícola desde los cuales exporta al resto del mundo.
La familia Coto armó una especie de "Task Force" o grupo técnico que lo asesora para poder ganar la licitación y del que participan el banco UBS como financial advisor; la consultora Deloitte; el estudio de abogados Bomchil, que asesora a los mayores grupos franceses en la Argentina, y hasta una boutique francesa de M&A que opera bajo el nombre comercial de EuroLatina Finance.
Todos, liderados por Germán Coto, el hijo mayor de Alfredo, y quien hoy está a cargo del proceso de expansión de la cadena y se viene preparando para consolidar la sucesión de su padre que actualmente ya tiene 83 años.
Lo acompaña Fernando Cinalli, titular de la boutique de M&A S+R Gestion y designado General Advisor del proyecto por la familia Coto. En este sentido, el empresario también viene siendo asesorado por la ex presidenta de Aerolíneas Argentinas y General Motors,Isela Costantini.
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