

Tras una larga y valiente lucha contra la enfermedad, Miguel Ángel Russo, técnico de Boca Juniors y figura emblemática del fútbol argentino, falleció a los 69 años. Su partida conmociona al mundo de la pelota, que recuerda a Russo no solo por sus logros, sino por su dedicación incansable a este deporte.
Miguel Ángel Russo, quien se retiró como jugador a los 32 años debido a una lesión en la rodilla, encontró en la dirección técnica su verdadera vocación. Durante 36 años de carrera, dirigió 16 equipos en Argentina y el exterior, entre ellos Estudiantes, Rosario Central, Lanús, Colón, Boca, Vélez, Millonarios, Alianza Lima y Al Nassr, logrando ascensos, campeonatos locales y la gloria internacional con Boca Juniors.
Para Russo, Rosario Central fue su hogar adoptivo, con cinco etapas llenas de éxitos y momentos históricos, como el título de la B Nacional y la clasificación a copas internacionales. Su paso por Boca también dejó huella: conquistó la Copa Libertadores 2007 con un equipo liderado por Juan Román Riquelme, y sumó otros tres títulos durante su segunda etapa en el club. Su estilo respetuoso, conciliante y cercano a los jugadores dejó un legado imborrable.
Formado bajo la escuela de Carlos Bilardo en Estudiantes, Russo construyó su propio libreto táctico, privilegiando equipos ofensivos y equilibrados, siempre con un enfoque riguroso y paternalista hacia sus futbolistas. Como entrenador, fue un trotamundos del fútbol, dispuesto a dirigir en cualquier lugar para seguir transmitiendo su pasión y conocimiento.
La vida de Russo también estuvo marcada por la superación personal. En 2017 se le diagnosticó cáncer de próstata con afectación de la vejiga, enfermedad que enfrentó con coraje y resiliencia. Tras cirugías y complicaciones graves, logró volver al fútbol y festejar títulos con sus equipos, demostrando un compromiso inquebrantable hasta sus últimos días.
Miguel Russo será recordado como un hombre íntegro, un entrenador de la vieja guardia y un apasionado del fútbol argentino, cuya huella quedará por siempre en los clubes que dirigió y en los corazones de quienes lo conocieron.
Con información de Olé.