

En un escenario laboral en constante transformación, elegir una carrera ya no se trata solo de seguir la tradición o la vocación: ahora también implica una mirada estratégica. Frente a este desafío, le preguntamos a la inteligencia artificial (IA) qué conviene estudiar hoy para asegurarse un futuro con trabajo y empleo sostenido. Y su respuesta lo dejó en claro: el éxito no pasa solo por la tecnología, sino por del desarrollo de las habilidades humanas.
Para anticipar las profesiones con mejores perspectivas, se consultó a un modelo avanzado de inteligencia artificial, que analizó tendencias globales, avances tecnológicos y cambios sociales para identificar las áreas con mayor demanda laboral en la próxima década.
Según explicó, el futuro del trabajo no girará únicamente en torno a programar o automatizar procesos: lo que realmente marcará la diferencia será la capacidad de afrontar desafíos concretos mediante el pensamiento crítico y la adaptación constante. A pesar del avance de la automatización, ciertas áreas seguirán siendo fundamentales para acceder a oportunidades laborales sólidas durante la próxima década.
La tecnología, por supuesto, sigue siendo central, pero ya no alcanza con saber código. El modelo de inteligencia artificial sugiere enfocarse en áreas como el procesamiento y la interpretación de grandes volúmenes de información, la protección contra amenazas digitales, la implementación práctica de algoritmos inteligentes y la administración de infraestructuras tecnológicas. Más allá de conocer las herramientas, será fundamental comprender cómo integrarlas y adaptarlas a las necesidades específicas de cada industria.
Entre los campos con mayor proyección, destacó el de la salud. Formaciones vinculadas al cuidado —como enfermería, kinesiología, asistencia a adultos mayores y apoyo en salud mental— tendrán cada vez más relevancia en el panorama laboral venidero.