miércoles 16 de julio de 2025 - Edición Nº275

Generales | 16 jul 2025

POLICIALES

"No se callen, denuncien": el estremecedor relato de una amiga de Gisel Mendoza, víctima de femicidio en Formosa

00:20 |Piden justicia por la mujer encontrada sin vida este lunes. Su entorno describe una historia de violencia y manipulación por parte de su expareja, hoy detenido.


Patricia, amiga cercana de Gisela Mendoza, dialogó en exclusiva con Radio Uno y compartió un conmovedor testimonio sobre la víctima de femicidio hallada sin vida este lunes en Formosa. La mujer detalló una historia de amenazas, persecuciones, golpes e incluso manipulación emocional que se remontan a años atrás, cuando Gisela aún convivía con su expareja, hoy principal sospechoso del crimen.

"Se separaron hace ocho o nueve meses, pero él no la dejaba en paz"


Según Patricia, la relación entre Gisela y su esposo —con quien no llegó a divorciarse— había terminado hace casi un año. Sin embargo, él no dejaba de hostigarla: la seguía, la esperaba a la salida del trabajo, le enviaba mensajes amenazantes y hasta publicaba mensajes ofensivos en redes sociales.

"Siempre le decía que denuncie, pero ella era muy creyente. Me decía que había jurado ante Dios", relató Patricia con voz entrecortada. "Le pegaba, y al día siguiente le pedía disculpas como si nada".

Un domingo que quedó truncado


El último contacto entre ambas fue el domingo a las 7 de la mañana. Gisela dormía con una de sus hijas en la casa, y Patricia se retiró sin despertarlas, con la idea de volver a compartir un almuerzo juntas, como hacían habitualmente.

"Íbamos a comer tallarines, ella ya tenía todo comprado. Nunca imaginé que sería la última vez que la iba a ver", lamentó.

Una madre trabajadora y dedicada


Gisela Mendoza era licenciada en Geriatría y cuidaba adultos mayores. Trabajaba mañana y tarde, y si le quedaba tiempo, hacía tareas de limpieza. Criaba a sus tres hijos de 18, 12 y 10 años, y también al hijo de su expareja, a quien el hombre dejó a su cuidado incluso después de la separación.

"Ella se ocupaba de todo, no tenía tiempo para descansar. Era muy tranquila, muy paciente. Se guardaba todo para no hacerles daño a sus hijos", describió su amiga.

"El hijo venía golpeado por no contarle cosas de Gisela"


El nivel de violencia alcanzó también al hijo del acusado. Patricia reveló que, en ocasiones, el hombre usaba al niño para espiar a Gisela, y si no obtenía la información que quería, lo golpeaba antes de devolverlo a la casa.

Un pedido urgente: "Que no pase más"


Al final de la entrevista, Patricia dejó un mensaje contundente: "Que las mujeres no se callen, que no piensen que un hombre que golpea una o dos veces va a cambiar, porque no cambian. Que denuncien, que pidan ayuda".

Y concluyó: "Que no cometan el mismo error que cometió mi amiga… que cometí yo. Que se haga justicia por Gisela y por todas".

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